Spiderman, el Hombre Araña sale toreando como si tal cosa en el número 18 de la revista 'El espectacular Spiderman', según anuncia Panini, representante de la Casa de las Ideas en nuestras fronteras.
Los americanos saben muy bien cómo vender, son los indiscutibles reyes del márketing. Exportar sus productos les permite amasar dólares mientras difunden su cultura popular (y artificial). Una maniobra habitual en el negocio del cine es incluir en el reparto a actores de otros países, detalle que asegura a las películas más comerciales una mayor repercusión cuando se estrenan fuera. Fue sonado el fugaz cameo de Anne Igartiburu en un Star Trek o la presencia testimonial de Elsa Pataki en 'Serpientes en el avión'. Otra opción, habitual en James Bond, es situar los acontecimientos en escenarios por todo el planeta. Recordemos que el agente 007 se dejó ver cerca del Guggenheim.
El cómic no iba a ser menos, sobre todo el género superheroico, que, pese a su declive, sigue vendiendo lo suyo y es marca del país de las barras y estrellas. Hace nada saltaba la noticia de que Batman visitaba Barcelona, como Woody Allen, en una de sus últimas aventuras. La portada de su gesta en la Ciudad Condal, obra del aplaudido Jim Lee, dejaba ver la Sagrada Familia detrás de la figura desafiante del Hombre Murciélago. La editorial DC lo anunciaba a bombo y platillo, en una evidente maniobra promocional auspiciada por Planeta.
Unos pocos días después, la Marvel, la otra empresa puntal del tebeo americano, ha contraatacado, mostrando a Spiderman, su personaje más afamado, patrullando por las calles de Cádiz. La imagen resultará irrisoria para algunos lectores, incluso insultante. Fieles a machacar el tópico bajo la indocumentada óptica estadounidense, el Hombre Araña sale toreando como si tal cosa en el número 18 de la revista 'El espectacular Spiderman', según anuncia Panini, representante de la Casa de las Ideas en nuestras fronteras.
El superhombre arácnido le da al capote, que es, rizando el rizo, una bandera española. Su objetivo es driblar a Rino, el cornudo villano que le suele buscar las cosquillas al trepamuros. ¿España está de moda en el cómic made in USA? Sin duda estamos ante una maniobra de supermárketing, de respuesta al enemigo, o puede ser que alguno de los responsables de esta entrega de las hazañas gaditanas de Spiderman, Ferg Handley y Andie Tong, haya visitado de vacaciones la Tacita de Plata y, encantado, haya querido homenajear a la ciudad andaluza en sus viñetas. Ha ocurrido varias veces con Avilés, por ejemplo.
Muchos son los autores internacionales que se acercan a las jornadas que celebra la población asturiana en torno a la historieta. La buena comida y el compadreo hacen que muchos vuelvan al entrañable evento por su cuenta y riesgo. El británico Ian Edginton rindió tributo a la localidad haciéndola formar parte del universo de Star Wars. Y uno de los personajes, dibujado por Mark A. Robinson, ¡salía escanciando sidra!