Mutilación genital femenina

El agua, en exceso o por defecto, es el nexo que une las tres historias que encadena el documental Über wasser menschen und gelbe kanister del austriaco Udo Maurer, que se proyectará esta tarde en el VI Festival de Cine y Derechos Humanos.

Maurer explica dos decisiones que tomó con su equipo antes de empezar el rodaje y que marcarían el resultado. «Tomamos la decisión de permanecer en cada uno de los lugares al menos tres meses. Durante las primeras semanas no rodábamos sino que nos situábamos, nos relacionábamos con la población, dábamos tiempo a coger confianza mutua».

La otra medida fue prescindir de la locución en off. «Al contrario que en otros documentales que había hecho para la televisión, no quise dar un punto de vista occidental sino dar la voz a los protagonistas y dejar que esa gente hablase de su situación». El realizador ha querido así mostrar «personas con orgullo y dignidad. Quería salirme del cliché de la miseria que aparece en televisión, que suele mostrar gente lamentándose y sufriendo. Quería mostrar a gente activa, que afronta los problemas con dignidad».

«Trasladarnos al futuro y plantearnos los problemas del agua» son los objetivos de Über wasser menschen und gelbe kanister, que según su director demuestra que «los hombres somos incapaces de aprender de nuestros errores».

Cortos

La coproducción de Austria y Luxemburgo podrá verse en la sesión de las 19.30 horas de hoy, que comenzará con el corto belga de animación Do-it-yourself. A las 23.00, después de otro cortometraje de dibujos animados, Candy Boy, llegará Le papier ne peut pas envelopper la braise, en la que Rithy Panh acerca al espectador a la realidad de un grupo de prostitutas en Camboya. Una nueva sesión del espectáculo sobre los malos tratos Kalean uso, etxean otso, y una mesa redonda sobre Cambio climático y fenómenos migratorios completarán la jornada, ya penúltima del festival.

To Die in Jerusalem

Ayer se proyectó la película To Die in Jerusalem, que incluye la difícil conversación entre la madre de una chica israelí muerta en atentado y la madre de la terrorista suicida palestina que lo provocó. A tiempo para llegar al debate llegó a San Sebastián su realizadora, la israelí Hilla Medalia.

Medalia comentó que había intentado «tener cuidado en no juzgar a ninguna de las dos madres» y consideró como un elemento de la esperanza el hecho de que, aunque la conversación fue tensa, ninguna de las dos se levantó y la abandonó.

«Está claro que la madre palestina no era capaz de ponerse en el lugar de la madre israelí y al contrario. No eran capaces de entenderse. El encuentro demuestra la enorme complejidad del conflicto pero también su sencillez. Quizás bastaría con saber ponerse en lugar del otro», apreció Hilla Medalia. En su opinión, «el mismo hecho de que los palestinos vivan en un campamento de refugiados hace que no convivan israelíes y palestinos. Pienso que esa falta de contacto y comunicación no hace más que exacerbar el problema».

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