Springsteen llegó ayer al María Cristina procedente de Italia. Algunos de sus músicos acudieron anoche a conciertos del Jazzaldia, pero él optó por la gastronomía. Mañana actúa en Bilbao.
Bruce Springsteen llegó a San Sebastián antes de lo previsto, relajado y feliz de encontrar la ciudad bañada por el sol. «San Sebastián sigue tan hermosa como la recordaba», dijo a los empleados del hotel María Cristina en su rápido paso por la recepción.
Desde ayer, Bruce Springsteen disfruta ya de Donostia. Los días que pasó en la ciudad el año pasado, en vísperas de su concierto de Anoeta, le llevaron a macar con una cruz San Sebastián en su agenda privada. Mañana actúa en San Mamés, pero prefiere dormir en el María Cristina, y aquí estará al menos hasta el martes, cuando su larga gira española le lleve a Sevilla.
El jueves por la noche Springsteen actuó en Udine, en Italia, y ayer voló desde esa ciudad hasta Biarritz en un avión privado. Aterrizó en el aeropuerto francés al filo de las cinco de la tarde y media hora después entraba al María Cristina. A esa misma hora el hotel acogía la entrega del premio Donostia del Heineken Jazzaldia a Roy Haynes, pero periodistas e invitados estaban en uno de los salones y apenas notaron la discreta y rápida entrada del músico. Las pocas personas que estábamos en la recepción escuchamos las palabras de elogio del Boss hacia San Sebastián antes de verle desaparecer rumbo a su habitación. Después, más relajados, entraron sus músicos y su esposa, Patti Scialfa.
El Boss aprovechó el balcón de su suite para tomar el sol ante el regocijo de los curiosos que le jaleaban desde la Plaza de Oquendo. El músico saludó con sonrisas. Igual de simpático fue el guitarrista Steve Van Zant, conocido por el gran público por su potencia en escena, sus vistosos pañuelos en la cabeza y sus colaboraciones como actor en películas y series de televisión como 'Los Soprano'. Van Zant bromeó con invitados del hotel, algunos músicos participantes en el Jazzaldia. El bajista Gary Tallent, tocado con una especie de bombín, buscaba plan de cena para la noche, y el batería Max Weinberg lo tenía mucho más claro.
Cuando supo que otro mítico batería, Roy Haynes, tocaba por la noche en la Plaza de la Trinidad, pidió un par de entradas para ver en directo la actuación de uno de sus mitos. Con Bruce Springsteen ya en San Sebastián se disparó enseguida la rumorología sobre sus planes. Ya hay quien asegura que utilizó ayer mismo el spa de Hydra del propio hotel, al igual que el año pasado. Salió a cenar lejos de las cámaras. Se trata de días de relajación. Springsteen lleva nada menos que 22 conciertos por Europa desde que el pasado 30 de mayo iniciara su gira. Los más recientes conciertos han sido en Italia: Roma, Turín (donde dicen sus seguidores que alcanzó una de las mayores cotas del tour) y Udine.
Mañana en Bilbao empieza la gira de Springsteen por España. El martes actúa en La Cartuja, en Sevilla, el jueves en el estadio de Foietes, en Benidorm, el sábado en Valladolid, y el domingo en el Monte do Gozo, de Santiago de Compostela. Aunque en principio se barajó la posibilidad de que el Boss permaneciera alojado en San Sebastián durante toda la gira peninsular, al final parece que sólo será hasta el martes. Ese día dejará Donostia rumbo a Sevilla. No sabemos si esta vez, como el año pasado, dirá también un «volveré».